Las actuales redes de telecomunicaciones no están preparadas para soportar grandes subidas de tráfico como ocurre en momentos puntuales del tipo: conciertos, partidos, ferias, manifestaciones y demás aglomeraciones.
Las compañías dimensionan sus redes en función del uso normal que los usuarios solemos hacer de las mismas: media de llamadas o conexiones de datos simultáneas, duración de las mismas, etc. Preparar dichas redes para ofrecer tanto tráfico como el que se genera en ese tipo de eventos sería inviable puesto que supone una gran inversión que no se rentabiliza.
Es por ello que, cuando tiene lugar algún evento de gran magnitud como los anteriormente citados, las redes exceden su capacidad y se colapsan, provocando que no todo el mundo pueda hablar o navegar por Internet.
Para evitar este tipo de situaciones, las operadoras (tras realizar un estudio y ver que es viable) instalan en las zonas colindantes al evento antenas temporales adicionales para dotar a su red de una mayor capacidad.
¿Quieres saber más sobre este tema? Entra en el Blog Oficial de Orange